No consintamos ya más el dictado presuntuoso del impersonal científico: en toda teoría está su observador implicado. Entretejida de impresiones, percepciones y vivencias, la escritura da cuenta del mí que se oculta detrás de la teoría y la sostiene con su pálpito. […] [A]parezca el autor en el escrito y relativícese el dictado. Para no mentir tanto.
Chantal Maillard. La mujer de pie