
Castigar activa los circuitos de recompensa del cerebro, es decir, castigar nos resulta placentero.
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Castigar activa los circuitos de recompensa del cerebro, es decir, castigar nos resulta placentero.
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad
Es bueno tener autonomía y control personal. Es bueno ser parte de una comunidad organizada y tener un lugar en ella. Es bueno comunicarse con lo divino. Los tres bienes refuerzan la dignidad humana y la autoestima, pero entran en conflicto entre ellos: nunca ha existido un lugar o tiempo en el que se hayan maximizado los tres bienes a la vez, y de ahí la existencia de los «dilemas morales».
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad
Sí queremos escapar de un castigo por algo malo que hemos hecho, la mejor solución (y esto es importante para los abogados que tengan que defender a un cliente) es presentarnos como víctimas.
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad
Una gran parte de nuestro repertorio moral lo interpretamos de cara a la galería, muchas de nuestras acciones sirven para señalar a los demás nuestra virtud.
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad
Twitter supone para nuestros instintos morales lo que un dónut de chocolate, relleno de chocolate y con chocolate caliente por encima supone para nuestra apetencia por los dulces y las grasas.
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad
Nuestra interacción con la comida implica tomar algo externo y transformarlo en algo propio, convertirlo en nuestro propio yo, y esto explica los fuertes sentimientos ante la comida.
Pablo Malo. Los peligros de la moralidad