En 2011 Beatty y sus colegas de la Universidad de Miami descubrieron que la locuacidad está determinada por desequilibrios en las ondas cerebrales, en concreto del equilibrio entre la actividad neuronal de los lóbulos izquierdo y derecho en la región anterior de la corteza prefrontal. Idealmente, el lóbulo izquierdo y el derecho deberían tener aproximadamente la misma cantidad de actividad neuronal cuando una persona está en reposo. Si hay una asimetría—si un lado se ilumina más que el otro—, se acaba siendo una persona habladora por encima o por debajo de la media.
Dan Lyons. Cállate: El poder de mantener la boca cerrada en un mundo de ruido incesante