Durante todo el tiempo que el hombre ha gozado de enormes oportunidades para adueñarse del territorio desocupado, «nadie», en palabras de Turgot, «pensaría en acceder a los servicios del otro», y podemos añadir, «al menos por salarios que no fueran mayores que las ganancias de un campesino independiente que trabaja una propiedad no hipotecaria y lo suficientemente extensa»
Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico