Es importante desenmascarar el diálogo entre feministas institucionales y misóginos, ya que éste eclipsa la libertad de las mujeres. Ni dominadas, ninguneadas y humilladas por la misoginia, ni maternadas por el feminismo institucional. Algunas no nos doblegaremos en la batalla final por ser reconocidas como adultas y últimas responsables de nuestras decisiones, y por lo tanto, reconocidas como las únicas detentoras de soberanía plena para tomarlas. Ni machismo, ni tutelaje feminista. Ese encuentro entre extremos, hipócritamente planteado con la apariencia de irreconciliable, es el último muro que debemos derrumbar las mujeres libres.
Leyre Khyal. Prohibir la manzana y encontrar la serpiente: Una aproximación crítica al feminismo de cuarta generación