¿ Por qué te admiras de que los viajes no te aprovechan para nada si por todas partes vas contigo mismo? Va en pos de ti la misma causa que te empujaba a marcharte. ¿De qué puede servir la novedad de las tierras, el conocimiento de ciudades y países? Todos estos cambios son en vano. ¿Me preguntas por qué no has hallado consuelo en tu huida? Porque escapaste contigo mismo. Es el peso del alma lo que precisas abandonar; sin haber hecho esto no encontrarás agradable ningún lugar.
Séneca. Cartas a Lucilio