La Era actual pertenece al hombre. En ella vive y lucha por su existencia, y aumenta o reduce el número de otros seres vivientes para asegurar su propia vida. Miles y miles de épocas le han precedido, y miles de épocas distintas le seguirán. Y siempre, inmutable, esta vieja y paciente madre Tierra ha abierto al calor del Sol la vida que albergaba en su regazo, para que prosperara y se transformara, a fin de dejar el espacio, la luz y el alimento a otras vidas nuevas. Inquieta, como el mar en eterno movimiento, ella misma se ha ido transformando, y de sus mares ha hecho elevarse los continentes y apilarse las montañas, para luego arrojarlos de nuevo a los abismos.
Hans Cloos. Diálogo con la tierra