Como aprendimos en los primeros cuentos que nos leyeron, la necesidad humana puede inspirar al indiferente, confundir al necio y deshacer lo inalterable. Y nada es más efímero (o ilusorio) que la satisfacción; nuestros deseos aumentan continuamente, impulsándonos durante horas y días y semanas y años.
David Corbett. El arte de crear personajes