
Las mejores épocas de nuestras vidas son aquellas en las que acopiamos el suficiente valor como para rebautizar a nuestra maldad como lo mejor que hay en nosotros.
Friedrich Nietzsche
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Las mejores épocas de nuestras vidas son aquellas en las que acopiamos el suficiente valor como para rebautizar a nuestra maldad como lo mejor que hay en nosotros.
Friedrich Nietzsche
Desde finales del siglo xix, cuando la fotografía permitió ver el mundo como una exposición, no hemos querido vivir, decía Calvino, sino «de la manera más fotografiable posible». Ahora, en la proliferación extrema de dispositivos de registro visual y de aplicaciones en red para la compartición de imágenes, nuestros escenarios de vida adoptan, más que nunca, lo que Kracauer llamó «un rostro fotográfico». Un sinfín de herramientas, aplicaciones y filtros se orientan a facilitarnos esa mera idoneidad de las cosas y de los rostros como imagen. Se trata de ese doble juego, encomendado a los dispositivos de registro visual, de certificar la experiencia a la vez que de rechazarla, o de limitarla, al menos, a lo que implicaría la búsqueda de lo fotogénico.
Juan Martín Prada. El ver y las imágenes en el tiempo de Internet
Todos pagamos una tasa por lo que nos hemos permitido llegar a ser gracias a nuestras palabras; esa tasa, sencillamente, es la vida que llevamos.
Andrea Marcolongo. Etimologías para sobrevivir al caos
Ningún sentimiento suyo, ningún gesto, ninguna palabra suya puede estar «teñida» de la experiencia particular que vive quien está encerrado idealmente dentro de los límites asignados a una minoría (el gueto mental). Debe renegar enteramente de sí, y fingir que la experiencia que lleva a sus espaldas es una experiencia normal, o sea, la mayoritaria.
Pier Paolo Pasolini. Cartas luteranas
¡Cuéntame qué es para ti el dolor y te diré quién eres!
Ernst Jünger. Sobre el dolor
El orden digital allana la cercanía reduciéndola a la falta de distancia, de modo que no duele. Bajo la presión por hacer todo disponible todo se vuelve conseguible y consumible. […] Sin la «distancia primordial» el otro no es un tú. Es cosificado y reducido a un ello. No es interpelado en su alteridad, sino que es apropiado.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa
¿Cómo es el mundo cuando se lo experimenta desde el dos y no desde el uno? ¿Cómo es el mundo, examinado, puesto en práctica y vivido a partir de la diferencia y no de la identidad? En mi opinión, el amor es eso.
Alain Badiou. Eligio del amor
Una experiencia autotélica es muy distinta de los sentimientos que tenemos normalmente durante nuestra vida. Muchas cosas que hacemos de forma ordinaria no tienen valor en sí mismas, sólo las hacemos porque tenemos que hacerlas o porque esperamos algún beneficio futuro de ellas. Muchas personas sienten que el tiempo que pasan en su trabajo está, esencialmente, malgastado; no están integradas en él y la energía psíquica que invierten en ello no sirve para fortalecer su personalidad. Algunas personas también creen que el tiempo libre se malgasta. El ocio nos ofrece un respiro del trabajo, aunque generalmente consiste en absorber información pasivamente sin emplear ninguna habilidad ni explorar nuevas oportunidades para actuar. Como resultado la vida pasa en una secuencia de experiencias ansiosas o aburridas sobre las cuales la persona no tiene ningún control. La experiencia autotélica, o flujo, eleva el transcurso de la vida a otro nivel. La alienación da paso a la involucración, el disfrute reemplaza al aburrimiento, la impotencia da paso al sentimiento de control y la energía psíquica trabaja para reforzar la personalidad en lugar de perderse al servicio de unas metas extrínsecas. Cuando la experiencia es intrínsecamente gratificante la vida está justificada en su presente, en vez de ser el rehén de un hipotético beneficio futuro.
Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir: una psicología de la felicidad
En el flujo, una persona siente el desafío de hacerlo lo mejor posible y debe mejorar constantemente sus habilidades. En ese momento no tiene la oportunidad de reflexionar sobre qué es lo que esto significa en términos de su personalidad (y si se permitiera sentirse autoconsciente, la experiencia no sería muy profunda). Pero después, cuando la actividad ha finalizado y la autoconciencia tiene la oportunidad de volver, la personalidad de este individuo que ahora está reflexionando no es la misma que existió antes de la experiencia de flujo; ahora está enriquecida por habilidades y logros nuevos.
Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir: una psicología de la felicidad
Lo que se halla por debajo del umbral de la conciencia es el concepto de personalidad, la información que usamos para representarnos a nosotros mismos quiénes somos. Y ser capaces de olvidarnos temporalmente de quiénes somos parece ser muy agradable. Cuando no estamos preocupados por nuestras personalidades, realmente tenemos la oportunidad de expandir el concepto de quiénes somos. La pérdida de auto-conciencia puede llevar a la transcendencia, un sentimiento de que se han sobrepasado los límites de nuestro yo.
Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir: una psicología de la felicidad