De lo innominado surgieron el Cielo y la Tierra; lo nombrado no es más que la madre que cría las diez mil criaturas, cada una según su especie. En verdad, «solo aquel que para siempre se libra del deseo puede ver las Esencias Secretas». El que nunca se libró del deseo sólo puede ver los Resultados.
Lao-Tse. Tao Te Ching