Hablar es como respirar. No lo pensamos, simplemente lo hacemos. Cuando empezamos a prestar atención a nuestra forma de hablar, eso nos lleva a pensar en por qué hablamos como hablamos. Nos obligamos a ser conscientes de algo que normalmente ocurre de forma inconsciente. Es el tipo de trabajo que se hace con la meditación o en psicoterapia. Dirigimos nuestra atención hacia el interior. Reflexionamos y nos examinamos. Descubrimos quiénes somos.
Dan Lyons. Cállate: El poder de mantener la boca cerrada en un mundo de ruido incesante