La naturaleza humana reclama (en la mayor parte de los casos) la satisfacción del instinto religioso, y para la mayoría, esto se logra por medio de ceremonias. Por tanto, mi deseo fue el de diseñar un ritual a través del cual la gente pudiera entrar en éxtasis, tal como lo ha hecho siempre bajo la influencia de los rituales apropiados. En los años recientes esto ha sido cada vez más difícil de conseguir, ya que los cultos establecidos chocan con las convicciones intelectuales de las personas, y ultrajan su sentido común. Como consecuencia, la mente de la gente termina criticando el poco entusiasmo que podrían sentir, y así quedan imposibilitadas para consumar la unión de sus almas individuales con el alma universal, de la misma manera que un novio no podría consumar su matrimonio si se le recordara continuamente que sus sentimientos son intelectualmente absurdos.
Aleister Crowley. The Confessions of Aleister Crowley