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Así se aprende

Frases y fragmentos de libros que te harán pensar

Así se aprende

Frases y fragmentos de libros que te harán pensar

Autor: Jaime Buhigas

Un eterno ignorante

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Ignorar es la condición previa para alcanzar conocimiento, es decir, para aprender. Aquel que se afana en aprender es por lo tanto un eterno ignorante. En esta hermosa contradicción radica una parte importante del devenir del ser humano por la existencia.

Jaime Buhigas. La sinfonía del universo

Deshacer la polaridad

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Todo extremo padece a su vez la extraña contradicción de parecerse extraordinariamente a su opuesto, siendo formalmente distintos. Dicho de otro modo: los extremos son análogos. Es el misterioso vínculo entre ambos el que deshace la polaridad. 

Jaime Buhigas. La sinfonía del universo

La necesidad es la madre de la virtud

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El laberinto ha tomado tus dimensiones, y se adapta a tu exigencia, a tu necesidad. Porque todo héroe que penetra en un laberinto lo hace como consecuencia de una necesidad: nunca se nos olvide. Puede parecer poco romántico, pero desde los antiguos sabemos que la necesidad es la madre de la virtud. Y toda necesidad humana tiene un objetivo común: cambiar.

Jaime Buhigas. Laberintos

El valor de la información

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La información es como el tiempo y como el dinero: su valor depende solo de lo que hagas con ellos, porque en sí mismos son absolutamente inútiles. Da igual a cuánta información tengas acceso si no sabes cómo emplearla, y sobre todo con qué objeto. La información se convierte en un tesoro en la medida en la que nos ayuda a pensar, a crear, a comprender, a ser, a estar presentes.

Jaime Buhigas. Laberintos

Lo cíclico y lo eterno

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El ser humano nace y muere. Es evidente que esta es una certeza que el hombre adquirió desde su más remota existencia. El tiempo de vida del hombre es limitado. Sin embargo, el transcurrir del tiempo parece infinito. Pero analicemos esa infinitud. Curiosamente, el tiempo nos hace pasar por instantes determinados, que lejos de ser diferentes parece que se repiten con una determinada frecuencia. El sol sale por el horizonte, se alza pasado un tiempo en lo alto del firmamento y se pone transcurrido otro tiempo por el horizonte opuesto. La oscuridad se apodera entonces del mundo. Pero en algún momento el sol vuelve a surgir por donde lo hizo la vez anterior, para volver a ascender en el firmamento y completar el mismo proceso, una y otra vez.

Así, eternamente. El tiempo parece efectivamente eterno, sin embargo es cíclico. Lo cíclico y lo eterno parecen ir de la mano. Interesante, pues esto implica que la experiencia de lo eterno para el ser humano está íntimamente ligada a la experiencia de lo cíclico. Aunque, como ser humano, no puedo medir la eternidad, sí puedo medir cada fragmento de los que parece componerse. Cada trozo de eternidad que se repite, cada ciclo, puedo medirlo porque está acotado, tiene límites, posee principio y fin. Aquello que está dotado de principio y fin puede ser fragmentado en unidades menores. En este caso, unidades de tiempo. Así es como el ser humano no puede contar la eternidad, pero sí cada fragmento de la misma. ¿No es una hermosa contradicción? 

Jaime Buhigas. La divina geometría

Diferentes niveles de realidad

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Un símbolo conecta niveles diferentes de realidad y barre todos sus ámbitos intermedios.

Jaime Buhigas. La divina geometría

La primera función del muro

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Y así el muro completa su primera función: desencadenar una activación desaforada de fuerzas mentales que dormían en indefinido letargo hasta toparnos con él. Este es el primer paso para la transmutación: solo al encontrarnos con un límite se desencadenan las posibilidades de algo nuevo.

Jaime Buhigas. Laberintos

Excesiva seguridad

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Toda seguridad implica un encarcelamiento. De nuevo una ley de cambio: no puede haber movimiento verdadero si hay excesiva seguridad. 

Jaime Buhigas. Laberintos

No puede ser algo esotérico

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Para que una vivencia, en la forma que adopte (revelación, estudio, meditación, aprendizaje, etc.), sea realmente esotérica precisa, en primer lugar, de un espacio segregado-sagrado en virtud de un límite. Luego no puede ser esotérico algo que no presenta barreras, que está indiscriminadamente al alcance de cualquiera.

No puede ser esotérico un libro que descansa en la estantería de cualquier librería o en la tienda de la esquina, del mismo modo que no puede ser esotérica ninguna página web, revista o periódico del mundo accesible con el mero requisito de encender un ordenador. Volvemos a una reflexión conocida: puede que todas esas ofertas hablen de asuntos esotéricos, pero no son esotéricas. Todo lo que es accesible sin ningún tipo de condición es exotérico, con «x»

Jaime Buhigas. Laberintos

Jamás te escondas

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Una vez te aconsejé ir ligero de equipaje. Me equivoqué: es desnudo como se nace y se muere. Es en tu desnudez como te reconocerá el custodio del camino. No importa si te avergüenzas o no de ti mismo: la clave es que jamás te escondas.

Jaime Buhigas. Laberintos

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