Resulta que los recuerdos y las proyecciones futuras no están diseñados para dirigir una vida, sino para ahorrar energía. Sergi Torres, David del Rosario. La biología del presente
El camino de la confianza y la honestidad
Dos personas tenderán a la sincronía cerebral en función de los pensamientos que decidan usar o tirar, en función de si elijo el camino de la confianza y la honestidad o del miedo y la corrupción. Poco importa la forma concreta que tomen los pensamientos. Sergi Torres, David del Rosario….
El árbol
El fruto es ciego. Es el árbol el que ve. René Char
La nada del hombre
La nada del cielo se llama vacío, la nada de las montañas caverna, la nada del hombre retirada, habitación vacante de su morada o de su corazón. Roger Caillois. Piedras
La vida como una misión
Si no se tomara la vida como una misión, dejaría de ser vida para convertirse en infierno. León Tolstói
Qué camino tomar
—¿Podría decirme qué camino debo tomar? —Eso depende en gran medida de adónde quieras ir —dijo el gato. —No me importa mucho… —respondió Alicia. —Entonces no importa hacia dónde vayas. Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas
La creación apasionada
Solo la creación apasionada triunfa del olvido. Antonio Machado
El asesino del futuro
La ciencia tiene el deber de suavizar la rigurosa contienda, de humanizarla de suerte que desaparezcan para siempre la sangre y el dolor. El palenque de la lucha cambiará: de las calles y campos pasará a la fábrica, al laboratorio del sabio y al gabinete del sociólogo. Ciertamente la civilización…
La fábrica de radiante energía vital
A la luz de este punto de vista, no tenemos otra alternativa que admitir que la servidumbre, con la cual la libertad es medida, debe ser mantenida con ella, es decir, que el aspecto de la verdad fuera del cual parece emerger la noche, la oscuridad de nuestro tiempo, es…

El diablo detesta las piedras preciosas
El diablo aborrece, detesta y desprecia las piedras preciosas porque recuerda que su belleza aparecía en él antes de que él se cayera de la gloria que Dios le había dado, y porque algunas piedras preciosas se engendran en el fuego en que recibe su castigo. Hildegarda de Bingen. Physica