El grupo permite al individuo su anonimato, le hace perder su sentido de responsabilidad individual y sus capacidades intelectuales normales, y le lleva a dar rienda suelta a su instinto salvaje y destructivo.
Gustave Le Bon. 1895
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
El grupo permite al individuo su anonimato, le hace perder su sentido de responsabilidad individual y sus capacidades intelectuales normales, y le lleva a dar rienda suelta a su instinto salvaje y destructivo.
Gustave Le Bon. 1895
Así pues, la desaparición de la personalidad consciente, el predominio de la personalidad inconsciente, la orientación de los sentimientos y las ideas en un mismo sentido, a través de la sugestión y del contagio, la tendencia a transformar inmediatamente en actos las ideas sugeridas, son las principales características del individuo dentro de la masa. Ya no es él mismo, sino un autómata cuya voluntad no puede ejercer dominio sobre nada. Por el mero hecho de formar parte de una masa, el hombre desciende varios peldaños en la escala de la civilización.
Gustave Le Bon. Psicología de las masas
A pesar de que la esclavitud fue abolida ya hace tiempo, hoy en día ha aparecido una forma mucho más sutil de esclavitud: la falta de confianza en nosotros mismos, que nos lleva a actuar como recursos de los demás. Hay personas que, debajo de un disfraz de seguridad y tranquilidad, aceptan ser guiados como ovejas por otras. Literalmente, les pertenecen.
Xesco Espar. Jugar con el corazón
Mejor ser enemigos del pueblo que enemigos de la realidad.
Pier Paolo Pasolini. Cartas luteranas
Perecemos por el ejemplo de los demás; nos salvaremos si nos separamos de la masa.
Séneca. Sobre la felicidad
Nada importa, pues, más que no seguir, como ovejas, el rebaño de los que nos preceden, yendo así, no a donde hay que ir, sino a donde se va. Y ciertamente nada nos envuelve en mayores males que acomodarnos al rumor, persuadidos de que lo mejor es lo admitido por el asentimiento de muchos, tener por buenos los ejemplos numerosos y no vivir racionalmente, sino por imitación.
Séneca. Sobre la felicidad
Se desea que las cosas sean lo más sencillas posible porque, si fueran realmente sencillas, serían tanto más fáciles de entender; y además, esto encaja bien con la concepción tan moderna y profana de una ciencia que debe estar “al alcance de todos”, lo que evidentemente solo es posible si es sencilla hasta el punto de ser “infantil”, y si se excluye rigurosamente cualquier consideración de orden superior o realmente profunda.
René Guénon. El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos
Estos hombres, reducidos a meras “unidades” numéricas, serán alojados, no diremos en casas, pues esa misma palabra sería impropia, sino en “colmenas” cuyos compartimentos estarán todos trazados sobre el mismo modelo y amueblados con estos objetos “fabricados en serie” para hacer desaparecer toda diferencia cualitativa del entorno en el que vivirán. Basta con examinar los proyectos de algunos arquitectos contemporáneos (donde ellos mismos califican estas viviendas de “máquinas vivientes”) para ver que no estamos exagerando nada; ¿qué ha sido del arte y la ciencia tradicionales de los antiguos constructores y de las reglas rituales que presidían el establecimiento de ciudades y edificios en las civilizaciones normales? Sería inútil insistir en ello, pues habría que estar ciego para no darse cuenta del abismo que separa a la civilización moderna de éstas, y todos estarán sin duda de acuerdo en lo grande que es la diferencia. Sólo que lo que la inmensa mayoría de los hombres celebran hoy como “progreso” es precisamente lo que nos parece, por el contrario, una profunda decadencia, pues es evidente que no son más que los efectos del movimiento descendente, cada vez más acelerado, que arrastra a la humanidad moderna hacia los “bajíos” donde reina la pura cantidad.
René Guénon. El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos
Hemos dicho que existe una tendencia a uniformizar no solo a los individuos humanos sino también a las cosas; si los hombres de la época actual se jactan de modificar el mundo en una medida cada vez mayor, y si de hecho todo en él se vuelve cada vez más “artificial”, es sobre todo en este sentido que pretenden modificarlo, haciendo que toda su actividad se centre en un dominio lo más estrictamente cuantitativo posible.
René Guénon. El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos
La uniformidad, para ser posible, presupone seres desprovistos de toda cualidad y reducidos a ser meras “unidades” numéricas. Además, tal uniformidad no es nunca posible en realidad, sino que todos los esfuerzos por alcanzarla, especialmente en la esfera humana, sólo pueden dar como resultado el despojo más o menos completo de las cualidades propias de los seres y, por tanto, hacerlos lo más parecidos posible a meras máquinas, ya que la máquina, el producto típico del mundo moderno, es, en efecto, lo que representa, en el grado más alto aún alcanzado, el predominio de la cantidad sobre la calidad.
René Guénon. El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos