El primer principio es que no debes engañarte y que tú eres la persona a la que es más fácil engañar.
Richard Feynman
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
El primer principio es que no debes engañarte y que tú eres la persona a la que es más fácil engañar.
Richard Feynman
Una vez que un perdedor encuentra una “buena” excusa, se aferrará a ella y luego siempre usará esta excusa para explicarse a sí mismo y a los demás: por qué ya no puede hacerlo, por qué no puede tener éxito. Al principio, todavía sabe cuánto son mentiras sus excusas, pero después de usarlo repetidamente, se convencerá cada vez más de que es completamente cierto y creerá que esta excusa fue la verdadera razón de su fracaso y, como resultado, su cerebro comienza a ser perezoso y rígido, y la motivación para trabajar duro para ganar de cualquier manera se reducirá a cero. Pero nunca quieren admitir que son una persona a la que le encanta inventar excusas.
John D. Rockefeller. Las 38 cartas de J.D. Rockefeller a su hijo: perspectivas, ideología y sabiduría
Todo Estado ha sido y es un Estado de clases; al igual que toda teoría de Estado ha sido y es una teoría de clases. Sin embargo, la teoría de clases surge, por necesidad, como un subproducto de distintos deseos y voluntades, no como el objeto ni el resultado de la investigación en sí. Los argumentos sobre los que se basa se utilizan no en aras de instaurar la verdad, sino como armas en el combate de los intereses materiales. Así pues, el resultado no es ciencia, sino ignorancia.
Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico
Tal estado de cosas supone que la mayoría de los espíritus activos e investigadores consideran que es prudente guardar, dentro de sí mismos, los verdaderos motivos y los principios generales de sus convicciones, y que es prudente esforzarse, cuando hablan en público, por adaptar en lo posible su manera de pensar a premisas que ellos rechazan interiormente; todo lo cual no puede producir esos caracteres francos y valientes, esas inteligencias consistentes y lógicas que adornaron en otro tiempo el mundo del pensamiento.
John Stuart Mill. Sobre la libertad
Podemos afirmar resueltamente que el que la verdad triunfe siempre de la persecución es una de las mentiras agradables que los hombres se repiten unos a otros hasta convertirla en un lugar común en contradicción con la experiencia. Constantemente la historia nos muestra a la verdad reducida a silencio por la persecución; y si a veces no se la ha suprimido de modo absoluto, al menos ha sido retardada en muchos siglos.
John Stuart Mill. Sobre la libertad
Cuando el mundo está ordenado no existe historia. Es necesario que en el mundo ordenado se introduzca el desorden para que haya actividad de narración. El traidor y el falsificador son de alguna manera quienes ponen en movimiento la historia.
Paolo Fabbri
Nos debemos a la verdad. Nos debemos a la transparencia del pensamiento. Debemos fingir que no mentimos.
¡Como si le debiéramos no sé qué cosa a la Sociedad de Pacotilla! A los que amamos, tal vez, y además: si los amamos es precisamente porque piensan que no les debemos nada.
Philippe Muray. El Imperio del Bien
Dicho esto, no vayan a hacerme decir entre líneas lo que no escribiré jamás. La fórmula mágica hoy, si se aspira a tener paz, consiste en declarar de primeras que no se tiene nada contra nadie, y especialmente contra aquellos a los que se ataca. Es un Sésamo indispensable.
“El autor insiste en precisar que personajes, lugares y acontecimientos no tienen ninguna relación con la realidad…” No hace falta, por tanto, que diga que estoy A FAVOR, decididamente A FAVOR DE todas las buenas causas. Y totalmente EN CONTRA DE las malas. Y además, eso mismo. Y además, eso es todo. Y es mucho mejor decirlo. Nada de historias ridículas: la evidencia. Estoy a favor de todo lo bueno que pueda ocurrir y contra todo lo malo que existe. A favor de la transparencia contra la opacidad. A favor de la verdad contra el error. A favor de lo auténtico contra la mentira. A favor de la realidad contra las engañifas. A favor de la moral contra la inmoralidad. A favor de que todo el mundo sacie su hambre, a favor de que no haya más excluidos en ninguna parte, a favor del triunfo de la dietética.
Philippe Muray. El Imperio del Bien
Ciertamente, supuesto que no tengo razón alguna para creer que haya algún Dios engañador, y que no he considerado aún ninguna de las que prueban que hay un Dios, los motivos de duda que sólo dependen de dicha opinión son muy ligeros y, por así decirlo, metafísicos. Mas a fin de poder suprimirlos del todo, debo examinar si hay Dios, en cuanto se me presente la ocasión, y, si resulta haberlo, debo también examinar si puede ser engañador; pues, sin conocer esas dos verdades, no veo cómo voy a poder alcanzar certeza de cosa alguna.
Y para tener ocasión de averiguar todo eso sin alterar el orden de meditación que me he propuesto, que es pasar por grados de las nociones que encuentre primero en mi espíritu a las que pueda hallar después, tengo que dividir aquí todos mis pensamientos en ciertos géneros, y considerar en cuáles de estos géneros hay, propiamente, verdad o error.
René Descartes. Meditaciones metafísicas
No consintamos ya más el dictado presuntuoso del impersonal científico: en toda teoría está su observador implicado. Entretejida de impresiones, percepciones y vivencias, la escritura da cuenta del mí que se oculta detrás de la teoría y la sostiene con su pálpito. […] [A]parezca el autor en el escrito y relativícese el dictado. Para no mentir tanto.
Chantal Maillard. La mujer de pie