Skip to content
Así se aprende

Frases y fragmentos de libros que te harán pensar

Así se aprende

Frases y fragmentos de libros que te harán pensar

Frases de Miedo

Un juego alegra y un horror frío

Posted on

La naturaleza es lúdica y espantosa. Unos ven lo lúdico y juguetean con eso y lo dejan centellear. Los otros ven el horror y cubren su cabeza y están más muertos que vivos. El camino no está entre ambos, sino que comprende en sí a ambos. Es un juego alegre y un horror frío. 

Carl Gustav Jung. El libro rojo

La verdadera danza macabra

Posted on

Esa es la verdadera danza macabra, sospecho yo: esos momentos extraordinarios en los que el creador de una historia de horror es capaz de unir la mente consciente con la inconsciente mediante una idea poderosa. 

Stephen King. Danza macabra

La monstruosidad nos fascina

Posted on

La monstruosidad nos fascina porque hace salir al republicano conservador vestido con el traje de tres piezas que todos llevamos dentro. Necesitamos y nos encanta el concepto de la monstruosidad porque es una reafirmación del orden que todos ansiamos como seres humanos… y permítame sugerir además que no es la aberración física o mental en sí misma lo que nos horroriza, sino más bien la falta de orden que estás aberraciones parecen implicar. 

Stephen King. Danza macabra

Todo lo que el miedo expulsa

Posted on

El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor. Y no solo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y solo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma. 

Aldous Huxley

Acercarse al presente como una tarea

Posted on

La humanidad ya no puede, debido a su miedo a lo desconocido, gastar tanta energía en traducir todo lo nuevo en algo viejo sino que debe hacer lo que hace el artista: desarrollar el hábito de acercarse al presente como una tarea, como un medio a ser analizado, discutido, tratado, para que pueda vislumbrarse el futuro con mayor claridad. 

Marshall McLuhan. La aldea global

Somos terriblemente cobardes

Posted on

Somos ruines, porque somos terriblemente cobardes. Nunca perdonamos a los demás, porque sabemos que nosotros también erramos. Protegemos parcialmente nuestra consciencia, porque tenemos miedo de expresar la verdad a los demás; nos refugiamos en el orgullo, porque tememos igualmente decirnos la verdad a nosotros mismos. ¡Cómo vamos a tomar en serio al mundo, siendo este tan ridículo! 

Kakuzo Okakura. El libro del té

La alergia primaveral

Posted on

Los estornudos de una reacción alérgica, por ejemplo, son más frecuentes e intensos que los de un catarro nasal. El polen no es un peligro real, en sí mismo. Los virus, sí. La alergia no la genera el polen—un agente biológico inofensivo—, sino cómo es catalogado por el subsistema inmune. La bolsa de deportes no genera, por sí misma, el despliegue policial. Es la posibilidad de que la bolsa virtual pueda contener un explosivo. 

Arturo Goicoechea. Sapiens, ma non troppo

No le tengas miedo a lo sagrado

Posted on

Has de saber que en las enseñanzas que te impartiré, sin el menor atisbo de duda, te empujaré a todas las desacralizaciones posibles, a faltarle enteramente al respeto a cualquier sentimiento establecido. No obstante, el fondo de mi enseñanza consistirá en convencerte de que no le tengas miedo a lo sagrado y a los sentimientos, de los cuales el laicismo consumista ha privado a los hombres transformándolos en brutos y estúpidos autómatas adoradores de fetiches.

Pier Paolo Pasolini. Cartas luteranas

La atención encorsetada

Posted on

Los desórdenes de la atención y el exceso de estímulos impiden el flujo porque la energía psíquica es demasiado fluida y errática. La persona que tiene excesivo miedo al ridículo y la persona centrada en sí misma lo impiden por la razón opuesta: la atención es demasiado rígida y encorsetada.

Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir: una psicología de la felicidad

Excesivo temor al ridículo

Posted on

Un obstáculo menos drástico para experimentar flujo es el excesivo temor al ridículo. Una persona que se preocupa constantemente acerca de cómo la perciben los demás, que tiene miedo de crear la impresión equivocada o de hacer algo impropio, se condena también a excluirse permanentemente del disfrute.

Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir: una psicología de la felicidad

  • 1
  • 2
  • …
  • 6
  • Next

Entradas recientes

  • Ciegos al mal
  • La expresión del mal colectivo
  • Aprovisionamiento
  • El apetito de historias
  • Les das peligro

Autores

TEMAS

Amor Aprender Conciencia Desear Estoicismo Hacer Humanidad Identidad Individualidad Lenguaje Libertad Masa Moral Mundo Pensar Propósito Relaciones Sociedad Trabajo Verdad Vida Éxito

Contacto
Política de privacidad
Política de cookies
©2025 Así se aprende | WordPress Theme by SuperbThemes