Un buen hombre casi nunca se incomoda, uno malo nunca está cómodo.
Benjamin Franklin. Almanaque del pobre Richard
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Un buen hombre casi nunca se incomoda, uno malo nunca está cómodo.
Benjamin Franklin. Almanaque del pobre Richard
Nunca juzgues útil para ti mismo lo que tal vez te obligue algún día a quebrantar la palabra dada, a renunciar al pudor, a odiar; recelar, imprecar, disimular, desear lo que sólo puede hacerse a puertas cerradas y tras las cortinas.
Marco Aurelio. Meditaciones
Lo que sufrimos hoy es humildad en el lugar equivocado. La modestia se ha desplazado del órgano de la ambición. La modestia se ha establecido en el órgano de la convicción, donde nunca se supuso que estuviera. Se suponía que un hombre dudara de sí mismo, pero no que dudara de la verdad. Esto se ha invertido exactamente
G.K. Chesterton. Ortodoxia
El mundo moderno está lleno de las antiguas virtudes cristianas enloquecidas. Las virtudes se han vuelto locas porque han sido aisladas unas de otras y vagan solas. Así, algunos científicos se preocupan por la verdad; y su verdad es despiadada. Así, algunos humanitarios solo se preocupan por la piedad; y su piedad (lamento decirlo) a menudo es falsa.
G.K. Chesterton. Ortodoxia
Nuestra moralidad refleja nuestra historia sangrienta, mientras que es un tabú atacar a los miembros de la propia tribu, al mismo tiempo es un deber atacar a los extranjeros. El único debate es sobre quién forma parte de la propia tribu.
Petter J. Carroll. La magia del caos
La historia muestra que tales comunidades han adquirido en su desarrollo unos patrones no sólo exteriores, sino también espirituales de orientación y comportamiento. Y en los patrones espirituales que hemos podido reconocer, lo que ha desempeñado casi siempre el papel decisivo ha sido su relación con una conexión significativa de la totalidad, más allá de lo que puede verse o experimentarse de forma inmediata. Solamente dentro de esos patrones espirituales, del ethos que prevalece en su comunidad, puede el hombre adquirir los puntos de vista que le permiten configurar su propia conducta allí donde se requiere algo más que una mera reacción frente a una concreta situación externa; es ahí donde se decide en primer término la cuestión de los valores. Pero no sólo la ética, como sea: toda la vida cultural de la comunidad viene también gobernada por esos patrones espirituales. Sólo dentro de su esfera se hace visible por primera vez la íntima conexión entre lo bueno, lo bello y lo verdadero, y sólo aquí resulta posible hablar por primera vez de la vida del individuo como de algo dotado de sentido.
Ken Wilber. Cuestiones cuánticas (fragmento de Werner Heisenberg)
El problema, ahora, no es si debe haber principios que nos guíen, sino más bien si aún existe un conjunto de principios que puedan aplicarse en general y que, en caso de que lo queramos, podríamos seguir. ¿Dónde podemos aún encontrar una serie de preceptos que se configuren como una guía precisa en la solución de los problemas de nuestro tiempo? ¿Podemos encontrar una filosofía coherente capaz de ofrecer no sólo los fines morales sino también un método adecuado para alcanzarlos?
Friedrich A. Hayek. Individualismo: el verdadero y el falso
“Las pantallas que nos ciegan son transparentes. Omnipresentes e invisibles. Solo comenzamos a percibir furtivamente que las habíamos olvidado cuando el Sistema monta debates para fingir que se critica a sí mismo.”
Philippe Muray. El Imperio del Bien
Nunca creí ni una palabra de aquella propaganda sobre la “liberación de las costumbres”. Por el contrario, lo que veo reinar desde siempre y más que nunca para siempre es la búsqueda de la asexuación. El erotismo pareció triunfar, bajo diversas formas escritas o filmadas, sólo porque aparentemente era económicamente bastante rentable. Acabado a día de hoy, podemos volver a las cosas serias. El odio antisexual perpetuo muestra de nuevo sus signos feroces.
Philippe Muray. El Imperio del Bien
“No hay nada más divertido”, escribe Sade, “que la multiplicidad de leyes que elabora el hombre todos los días para llegar a ser dichoso, siendo así que no hay ni una de esas leyes que, por el contrario, no le quite una parcela de su felicidad”.
El timo del interés general y el chantaje del Bien público han traído una epidemia de derecho sin precedentes. ¡Se acabó la libertad para los amigos de la libertad! Es también Sade el que hace decir a Dolmancé en La filosofía en el tocador:
“Las leyes no están hechas para lo particular, sino para lo general, lo cual las sitúa en perpetua contradicción con el interés personal, puesto que el interés personal está siempre en contradicción con el interés general. Pero las leyes, buenas para la sociedad, son muy malas para el individuo que la compone”.
Philippe Muray. El Imperio del Bien