Alterna la lucidez del Paraíso con la noche profunda, plena de terrores.
Johann Wolfgang von Goethe.
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Alterna la lucidez del Paraíso con la noche profunda, plena de terrores.
Johann Wolfgang von Goethe.
¿Con qué íbamos a poder saciar la necesidad de negatividad que hay en nosotros, una vez que lo negativo ha sido declarado fuera de la ley, si no es con los peligros del pasado? Somos demasiado frágiles desde hace tiempo, estamos demasiado faltos de inmunidad como para echarnos a la cara otros enemigos que no lo sean realmente a título muy póstumo. Ése es el reverso de nuestro bienestar.
Ya no podemos enfrentarnos más que a acontecimientos archivados, adornados de múltiples comentarios, redifundidos cinco veces al año, más petrificados que las calles peatonales de los centros de nuestras ciudades, detenidos en el tiempo. Ni una sorpresa más que no esté previamente organizada. Hasta nuestros odios más sólidamente justificados dan la impresión de haber sido hallados en reservas naturales para flora y fauna en peligro de extinción.
Philippe Muray. El Imperio del Bien
No solo hemos perdido el cielo, sino el mundo subterráneo. Nadie adora hoy a los dioses telúricos, nadie recuerda a Baubo, la Gran Madre Ctónica y a sus hijos, Dáctilos y Curetes, quienes cuidaron a Zeus infante y lo escondieron del hambre de Cronos para luego parir una infinita progenie de monstruos, quimeras, gorgonas y sirenas. Dioses de la tumba y la abundancia, encarnan nuestros impulsos más oscuros e inconscientes y son el sustrato del que brota toda la vida. Ya no hay espacio para ellos en esta era de luz.
Benjamín Labatut. Después de la luz
Todos tenemos nuestro lado oscuro. Pero «lado oscuro» no significa «lado malo», sino tan sólo que todos tenemos una cierta medida de perversión (« Algo de ratero en el fondo de nuestro corazón») y si nos damos cuenta de su presencia y la aceptamos, la vida es mucho más sabrosa. Según la tradición hebrea, el propio Dios puso desde el principio esta tendencia desviante, caprichosa o perversa en todos los seres humanos, tal vez para que la humanidad no se muriese de aburrimiento.
Ken Wilber. La conciencia sin fronteras
Sea como fuere, la mayoría de la gente presenta una fortísima resistencia a aceptar su propia sombra, a admitir que los impulsos y los rasgos que proyectan son suyos. Y en realidad, la resistencia es una importante causa de proyección. Una persona se resiste a su sombra, se resiste a los aspectos de sí misma que le disgustan y, por consiguiente, los proyecta. De manera que allí donde hay una proyección, está al acecho alguna forma de resistencia. En ocasiones, esta resistencia es leve, y otras veces violenta; pero en ninguna parte se pone más claramente en evidencia su funcionamiento como en esa forma de proyección tan difundida que es la caza de brujas.
Ken Wilber. La conciencia sin fronteras
Así pues, el individuo bien informado, cada vez que siente alguna forma de presión–procedente de su jefe, su cónyuge, la escuela, los amigos, sus socios o sus hijos–, aprende a usar esos sentimientos como señal de que tiene cierta energía, algún impulso del que en ese momento no es consciente. Aprende a traducir «me siento presionado» como «tengo más impulso de lo que creía». Una vez se da cuenta de que todos los sentimientos de presión son impulsos suyos que no había advertido, ya puede decidir si actúa siguiendo su impulso o si posterga la acción. Pero, haga lo que haga, finalmente sabe que el impulso es suyo.
Ken Wilber. La conciencia sin fronteras
La vida nos enseña el siguiente gran principio: lo que parece no es lo que es. Las personas no son lo que parecen. Hay una naturaleza oculta que espera escondida detrás de una fachada de rasgos. No importa lo que digan, no importa cómo se comporten, la única manera que tenemos de conocer a los personajes a fondo es a través de sus decisiones cuando están sometidos a presión.
Robert McKee. El guion
A veces, la desviación de lo habitual es una especial revelación de la verdad. En alquimia se denominaba a esto el opus contra naturam, un efecto contrario a la naturaleza. Podríamos ver el mismo tipo de rebuscada expresión antinatural en nuestra propia vida. Cuando la normalidad estalla o se disgrega en la locura o en la sombra, antes de correr en busca de refugio, para luego tratar de restablecer el orden familiar, bien podríamos observar de cerca cuál es el significado potencial de lo que está sucediendo.
Si vamos a contemplar con curiosidad el alma, es probable que necesitemos explorar sus desviaciones, su perversa tendencia a contradecir expectativas. Y, como corolario, bien podríamos desconfiar de la normalidad. Una fachada de normalidad puede ocultar muchísima desviación, y además es muy fácil reconocer la ausencia de alma en la estandarización de la experiencia.
Thomas Moore. El cuidado del alma
Cuando encaramos la familia desde el punto de vista del alma, aceptando sus sombras y su incapacidad de responder a nuestras expectativas idealistas, nos enfrentamos con misterios que se resisten a nuestro moralismo y sentimentalismo, y que nos hacen bajar a la tierra, donde el principio cede el paso a la vida, con toda su belleza y todo su horror.
Thomas Moore. El cuidado del alma
El intelecto quiere saber; al alma le gusta que la sorprendan. El intelecto, que mira hacia fuera, desea la ilustración y el placer de un ardiente entusiasmo. El alma, siempre recogida en su interior, busca la contemplación y la vivencia, más sombría y misteriosa, del mundo subterráneo.
Thomas Moore. El cuidado del alma