No basta vivir en una democracia para gozar de auténtica libertad: la libertad de pensar con rigor e independencia de criterio, orientar la voluntad hacia las metas que nos marca nuestra vocación, modular debidamente el sentimiento, dar cauce y plasmar la propia creatividad en las diversas vertientes de la vida… Esta forma eminente de libertad debemos lograrla poniendo en juego un antídoto contra la manipulación. Un antídoto sumamente eficaz consiste en tomar tres medidas: estar alerta, pensar con rigor, vivir creativamente.
Alfonso López Quintás. La manipulación del hombre a través del lenguaje