En la concepción tradicional, son las cualidades esenciales de los seres las que determinan su actividad; en la concepción profana, por el contrario, estas cualidades ya no se tienen en cuenta, considerándose a los individuos únicamente como “unidades” intercambiables y puramente numéricas.
René Guénon. El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos