Todo aquello que nos procura la ley del nacimiento o el temperamento del cuerpo no nos abandonará por más que el alma trate por largo tiempo y con toda energía de desasirse de ello. No hay ninguna de estas cosas que pueda evitarse, ni tampoco que pueda provocarse. Séneca. Cartas a…
Cuando estoy en silencio conmigo solo, me pregunto a qué cosa me parece semejante este afecto de ánimo, y con ningún ejemplo quedo más propiamente advertido que con el de aquellos que, habiendo salido de alguna grave y larga enfermedad, se ven todavía molestados de ligeros accidentes, y aun después…