Contrariamente a la impresión que se tuvo de ella en la época moderna, la procrastinación no es resultado de la pereza, la indolencia, el abandono o la lasitud; es una postura activa, un intento de tomar el control de una secuencia de hechos y hacer de ella algo diferente de lo que hubiera sido si uno se sometiera dócilmente.
Zygmunt Bauman. Modernidad líquida