Karl Ludwig Börne observaba a través de los ojos de Baudelaire cuando escribía: “Si se hiciera ahorro de la suma de las energías y pasiones (…) que cada año se dilapidan en las mesas de juego europeas (…) alcanzaría ello para construir un pueblo como el romano y una historia asimismo romana. ¡Es así!, aunque todos los hombres cuando nacen son romanos, la sociedad burguesa atiende a quitarle su romanidad. En función de ese cometido son ingresados los juegos de azar y los de salón, las novelas, las óperas italianas y los periódicos elegantes”
Walter Benjamin