
Los mayores triunfos de la propaganda se han logrado, no haciendo algo, sino impidiendo que ese algo se haga. Grande es la verdad, pero más grande todavía, desde un punto de vista práctico, el silencio sobre la verdad.
Aldous Huxley. Un mundo feliz
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Los mayores triunfos de la propaganda se han logrado, no haciendo algo, sino impidiendo que ese algo se haga. Grande es la verdad, pero más grande todavía, desde un punto de vista práctico, el silencio sobre la verdad.
Aldous Huxley. Un mundo feliz
Los libros y ruidos fuertes, flores y descargas eléctricas; en la mente de aquellos niños ambas cosas se hallaban ya fuertemente relacionadas entre sí; y al cabo de doscientas repeticiones de la misma o parecida lección formarían ya una unión indisoluble. Lo que el hombre ha unido, la Naturaleza no puede separarlo.
Aldous Huxley. Un mundo feliz
¿No has tenido nunca la sensación de que dentro de ti había algo que sólo esperaba que le dieras una oportunidad para salir al exterior? ¿Una especie de energía adicional que no empleas, como el agua que se desploma por una cascada en lugar de caer a través de las turbinas?
Aldous Huxley. Un mundo feliz
Atreverse a exponer lo que es mortal e inseguro al azar, la muerte y el peligro, aunque solo sea por una cáscara de huevo… ¿No hay algo en esto? —preguntó el Salvaje, mirando a Mustafá Mond—. Dejando aparte a Dios, aunque, desde luego, Dios sería una razón para obrar así. ¿No tiene su hechizo el vivir peligrosamente? —Ya lo creo —contestó el Interventor—. De vez en cuando hay que estimular las glándulas suprarrenales de hombres y mujeres. —¿Cómo? —preguntó el Salvaje, sin comprender. —Es una de las condiciones para la salud perfecta. Por esto hemos impuesto como obligatorios los tratamientos de S.P.V. —¿S.P.V.? —Sucedáneo de Pasión Violenta. Regularmente una vez al mes. Inundamos el organismo con adrenalina. Es un equivalente fisiológico completo del temor y la ira. Todos los efectos tónicos que produce asesinar a Desdémona o ser asesinado por Otelo, sin ninguno de sus inconvenientes. —Es que a mí me gustan los inconvenientes. —A nosotros, no —dijo el Interventor—. Preferimos hacer las cosas con comodidad. —Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero bondad, quiero pecado. —En suma —dijo Mustafá Mond—, usted reclama el derecho a ser desgraciado. —Muy bien, de acuerdo —dijo el Salvaje, en tono de reto—. Reclamo el derecho a ser desgraciado. —Esto, sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el derecho a tener sífilis y cáncer, el derecho a pasar hambre, el derecho a ser piojoso, el derecho a vivir en el temor constante de lo que pueda ocurrir mañana; el derecho a pillar un tifus; el derecho a ser atormentado. Siguió un largo silencio. —Reclamo todos estos derechos —concluyó el Salvaje. Mustafá Mond se encogió de hombros. —Están a su disposición —dijo.
Aldous Huxley. Un mundo feliz
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor. Y no solo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y solo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
Aldous Huxley
Una de las reacciones más habituales que suscita una obra literaria de calidad se expresa mediante esta fórmula: «Esto es justo lo mismo que yo he pensado y he sentido siempre, solo que nunca he sido capaz de expresarlo así de claro por medio de la palabra, ni siquiera para mí mismo».
Aldous Huxley. Música en la noche
Cuando hemos leído un libro fiel a toda la verdad, nuestro estado anímico nunca es de exultación heroica; es más bien de resignación, de aceptación. (Y la aceptación también puede ser heroica). (…) La catarsis de la tragedia es violenta, apocalíptica; la catarsis más llevadera, propia de la literatura fiel a la verdad, es más duradera.
Aldous Huxley. Música en la noche
Desde la sensación pura hasta la intuición de la belleza, desde el placer y el dolor hasta el éxtasis místico y la muerte, todo lo que es fundamental, todas las cosas que son para el espíritu humano más hondamente significativas, tan sólo pueden experimentarse, no expresarse. Lo demás, siempre y por doquiera, es silencio.
Aldous Huxley. Música en la noche
Por más que se niegue uno a creer en tal cosa, por más que se empeñe en no admitirla, no impedirá que quien se haya asomado más allá del borde del precipicio caiga hasta el fondo. Vallar un precipicio es cosa sensata y razonable; pretender que la caída sea imposible es una tontería como un piano de cola.
Aldous Huxley. Música en la noche
Hay hombres y mujeres que tienen un talento especial para el amor; son tan escasos, creo yo, como quienes tienen un talento especial para las matemáticas y la pintura. A los menos dotados desde el punto de vista congénito, el cristianismo y —recientemente— el humanitarismo han intentado enseñarles el arte de amar. La mayoría de las personas no aman a sus semejantes, o los aman solamente en términos abstractos e incluso en ausencia.
Aldous Huxley. Música en la noche