Hay hombres y mujeres que tienen un talento especial para el amor; son tan escasos, creo yo, como quienes tienen un talento especial para las matemáticas y la pintura. A los menos dotados desde el punto de vista congénito, el cristianismo y —recientemente— el humanitarismo han intentado enseñarles el arte de amar. La mayoría de las personas no aman a sus semejantes, o los aman solamente en términos abstractos e incluso en ausencia.
Aldous Huxley. Música en la noche