No se tiene ya ningún temor de Dios, y se da a entender que todo sea librado a la medida humana. Esta Hybris, o sea, estrechez de conciencia, es siempre el camino más corto al asilo de alienados. Carl Gustav Jung. El secreto de la flor de oro
Frases de Carl Gustav Jung
Epidemias psíquicas
Lo que hemos superado son solo los fantasmas de las palabras, no los hechos psíquicos que fueran responsables del nacimiento de los dioses. Estamos todavía exactamente tan poseídos por nuestros contenidos anímicos autónomos como si éstos fueran dioses. Ahora se los llama fobias, obsesiones, etc.; brevemente, síntomas neuróticos. Los dioses…
Remedios para los nervios
El hombre de cultura se cree, claro está, inmensamente elevado por encima de esas cosas. Pero a menudo se halla, durante su vida entera, identificado con los padres, identificado con sus afectos y prejuicios, y afirma del otro, impúdicamente, lo que no quiere ver en sí mismo. Precisamente tiene todavía…
Aceptar las cosas
Hace poco, recibí una carta de una antigua paciente, que describe con palabras sencillas pero justas la trasposición necesaria: “De lo malo me ha venido mucho bueno. El mantenerme calma, no reprimir, estar atenta, y al mismo tiempo aceptar la realidad —las cosas como son, y no como yo las…
Ideas que ocurren
Es un hecho el que ciertas ideas se dan casi en todas partes y en todos los tiempos, y que hasta pueden aparecer de por sí y espontáneamente con entera independencia de la migración y la tradición. No son hechas por el individuo, sino que ocurren y aún irrumpen en…
Perder la confianza
El hombre es neurótico en la medida en que ha perdido la confianza en sí mismo. Carl Gustav Jung. Psicología y religión
Ni las epidemias de peste
Si un hombre se figurase que yo soy su enemigo declarado y me matara, yo estaría muerto a causa de una mera imaginación. Las imaginaciones existen y pueden ser tan reales y tan nocivas y peligrosas como los estados físicos. Opino, inclusive, que los trastornos anímicos son harto más peligrosos…
Las fuerzas colectivas
Es sorprendente la transformación que se opera en el carácter de un individuo al irrumpir en él las fuerzas colectivas. Un ser humano afable y sensato puede tornarse un maníaco o una bestia salvaje. Tendemos en todos los casos a inculpar a las circunstancias exteriores, mas nada explota en nosotros…
La herencia común
No es simplemente el neurótico cuya mano derecha ignora lo que hace la mano izquierda. Ese conflicto es un síntoma de una inconsciencia general que es la innegable herencia común de toda la humanidad. Carl Gustav Jung. El hombre y sus símbolos
Un amigo sabe
También nosotros podemos llegar a disociarnos y perder nuestra identidad. Podemos estar poseídos y alterados por el mal humor o hacernos irrazonables e incapaces de recordar hechos importantes nuestros o de otros, de tal modo que la gente pregunte: “Pero ¿qué demonios te pasa?”. Hablamos acerca de ser capaces de…