La realidad física parece retroceder en la misma proporción que avanza su actividad simbólica (del hombre). En lugar de tratar con las cosas mismas, en cierto sentido, conversa constantemente consigo mismo. Se ha envuelto en formas linguísticas, en imágenes artísticas, en símbolos místicos o en ritos religiosos, en tal forma que no puede ver o conocer nada sino a través de la interposición de este medio artificial.
Ernst Cassirer