Es sabido que los que ejercitan el lenguaje abarcan más del mundo en sus mentes, y los que no, están restringidos no solo en sus posibilidades de conseguir trabajo y dinero, sino en la comprensión de las cosas que los rodean. Cuanto más se ejercita el lenguaje a través de la lectura y la escritura, más se amplía la percepción del universo. Reivindicar la palabra como algo mágico tendría que ser misión de todos.
Fabiana Daversa. El gran libro de las runas