En realidad, el capitalismo no ha entregado los productos a la gente, sino más bien ha entregado la gente a los productos; es decir que el carácter y la sensibilidad de las personas han sido retrabajados y remodelados de tal manera de acomodarlos aproximadamente […] a los productos, experiencias y sensaciones […] cuya venta es lo único que da forma y significado a nuestras vidas.
Jeremy Seabrook. The Leisure Society