Las normas dicen: «Se debe hacer de esta manera». Sin embargo, los principios se limitan a decir: «Esto funciona… y ha funcionado desde que se recuerda». La diferencia resulta crucial.
Robert McKee. El guion
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Las normas dicen: «Se debe hacer de esta manera». Sin embargo, los principios se limitan a decir: «Esto funciona… y ha funcionado desde que se recuerda». La diferencia resulta crucial.
Robert McKee. El guion
No consintamos ya más el dictado presuntuoso del impersonal científico: en toda teoría está su observador implicado. Entretejida de impresiones, percepciones y vivencias, la escritura da cuenta del mí que se oculta detrás de la teoría y la sostiene con su pálpito. […] [A]parezca el autor en el escrito y relativícese el dictado. Para no mentir tanto.
Chantal Maillard. La mujer de pie
Las almas son como ejércitos puestos en filas, donde los que se reconocen se hacen amigos y los que se desconocen se separan.
Abu Muhammad Alî Ibn Hazm. El collar de la paloma
El botín del reciente imperialismo tecnológico ha sido enorme; pero mientras tanto la némesis se ha encargado de que tuviéramos los disgustos con los gustos. Por ejemplo: la posibilidad de viajar en diez horas de Nueva York a Los Ángeles, ¿ha dado a la raza humana un placer superior al dolor producido por el lanzamiento de bombas y fuego? No hay método conocido para computar la cantidad de felicidad o bondad esparcida por el mundo.
Lo que es obvio, sin embargo, es que las ventajas obtenidas por recientes adelantos tecnológicos —o, según la fraseología griega, por recientes actos de la húbris dirigidos contra la Naturaleza— van generalmente acompañadas de correspondientes desventajas, que las ganancias en una dirección llevan aparejadas pérdidas en otras direcciones, y que cuando obtenemos algo es siempre por algo. Nunca podemos determinar si el resultado neto de estos laboriosos asientos de debe y haber es un auténtico Progreso en virtud, felicidad, caridad e inteligencia. Por no poder determinarse nunca la realidad del Progreso, los siglos XIX y XX tuvieron que tratarlo como un artículo de fe religiosa.
Aldous Huxley. La filosofía perenne
Confundiendo los medios con el fin, el puritano se ha creído santo porque es estoicamente austero. Pero la austeridad estoica es meramente la exaltación del lado más reputado del yo a expensas del que lo es menos.
Aldous Huxley. La filosofía perenne
La diferencia entre el estoico mortificado pero todavía arrogante y egocéntrico, y el no mortificado hedonista, consiste en esto: el último, muelle flojo y, en el fondo, harto avergonzado de sí mismo carece de energía y móvil para hacer mucho daño excepto a su propio cuerpo, mente y espíritu; el primero, por tener todas las virtudes secundarias y mirar con desdén a los que no son como él, está moralmente equipado para desear y poder hacer daño en la mayor escala y con la conciencia perfectamente tranquila.
Aldous Huxley. La filosofía perenne
Y en lo que concierne a las relaciones sociales, la abnegación debería tomar la forma, no de exhibiciones de supuesta humildad, sino de dominio de la lengua y los humores: abstenerse de decir cosas poco caritativas o meramente frívolas (lo que significa, en la práctica, abstenerse de un cincuenta por ciento de la conversación ordinaria) y conducirse con calma y quieta alegría cuando las circunstancias externas o el estado de nuestros cuerpos nos predisponen a la ansiedad, melancolía o júbilo excesivo.
Aldous Huxley. La filosofía perenne
Esta es, quizá, la más difícil de todas las mortificaciones: alcanzar una «santa indiferencia» hacia el éxito o fracaso temporal de la causa a la cual dedicó uno sus mayores energías. Si triunfa, bien; si es derrotada, también está bien, aunque sea de modos que, para una mente limitada y atada por el tiempo, son aquí y ahora enteramente incomprensibles.
Aldous Huxley. La filosofía perenne
La agitación sobre sucesos que no podemos modificar, sea que no hayan ocurrido todavía, sea que ocurran a una inaccesible distancia de nosotros, sólo consigue la inoculación al aquí y al ahora del mal remoto o presentido que es objeto de nuestra angustia. Escuchar cuatro o cinco veces al día las noticias radiadas y su comentario, leer el diario de la mañana y todos los semanarios y mensuales es llamado actualmente «tomar un inteligente interés en la política». San Juan de la Cruz lo habría llamado complacerse en ociosa curiosidad y en el cultivo de la inquietud por la inquietud.
Aldous Huxley. La filosofía perenne
¿Qué sería de nosotros sin los otros? Pero cuando cerramos filas en el seno de un grupo con una causa común se ponen de manifiesto los altibajos derivados de sacrificar los intereses de unos pocos por los de muchos.
Blake Snyder. ¡Salva el gato! Va el cine