No creeré en la emancipación política de la mujer mientras no la vea emanciparse primero de la tiranía del modisto.
Santiago Ramón y Cajal. Charlas de café
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
No creeré en la emancipación política de la mujer mientras no la vea emanciparse primero de la tiranía del modisto.
Santiago Ramón y Cajal. Charlas de café
Para quien tiene la voluntad del león, el conocer es una alegría. Pero el que está fatigado cae bajo el imperio de una voluntad extraña: todas las olas juguetean con él. Y así hacen todos los hombres débiles: se pierden en sus caminos. Y su fatiga acaba por preguntar: «¿Por qué hemos seguido este camino? ¡Todo es igual!». A ellos les agrada oír predicar: «¡Nada vale la pena! ¡Vosotros no debéis querer!». Pero ese es un llamamiento al servilismo… … La voluntad libera: porque la voluntad es creadora; esto es lo que yo enseño.
Friedrich Nietzsche. Así habló Zaratrusta
Debido a que las mujeres no son víctimas de los hombres y del patriarcado, son víctimas de su cuerpo que las hizo convertirse, a lo largo de la historia de la evolución, en víctimas del hombre y del patriarcado. Por lo tanto, para Marcela lacub, la emancipación requiere “dejar de ser mujeres”. Convertirse en no-mujeres. Si Simone de Beauvoir dijo que no se nace mujer, se llega a serlo, nosotras, en este momento de la historia, deberíamos decir: nacemos mujer, pero podemos convertirnos en no-mujer.
Esto significa no seguir jugando al género, roles diferenciados, hipergamia, sacrificio por otros, promoción a través de otros. Pero, sobre todo, la mayor carga de la que las mujeres deben deshacerse es la de la reproducción. Sería necesario socializar la reproducción y no cargarla a las mujeres en detrimento de su realización personal.
Peggy Sastre. Ex utero: pour en finir avec le féminisme
Así, los hombres de los tiempos democráticos tienen necesidad de ser libres a fin de procurarse más fácilmente los goces materiales por los que constantemente suspiran. A veces ocurre, sin embargo, que el gusto excesivo que conciben por estos mismos goces los entrega al primer amo que se presenta. La pasión por el bienestar se vuelve entonces contra sí misma y aleja, sin darse cuenta, el objeto de su deseo.
Alexis de Tocqueville. La democracia en América
Hay una serie de temporalidades asociadas al endeudamiento: para ser capaz de reembolsar la deuda (recordar la promesa realizada) uno ha de ser capaz de tener un comportamiento predecible, regular y calculador. Esto no sólo va en contra de cualquier revuelta futura, con su inevitable anulación de su capacidad de pagar; también implica la eliminación del recuerdo de rebeliones y actos de resistencia colectiva anteriores que trastocaron el normal flujo del tiempo y llevaron a comportamientos impredecibles.
Este sujeto endeudado se ve constantemente expuesto a la inspección evaluadora de los demás: estimaciones individualizadas y cumplimiento de objetivos en el trabajo, clasificaciones crediticias, entrevistas individuales para aquellos que reciben beneficios de créditos públicos. El sujeto se ve así obligado no sólo a demostrar que será capaz de pagar su deuda (y reembolsarla a la sociedad a través de un comportamiento correcto), sino también a demostrar las actitudes correctas y asumir la culpa individual por cualquier fracaso.
Ahí es donde la asimetría entre el acreedor y el deudor se vuelve palpable: el «empresario del yo» endeudado es más activo que el sujeto de los modos de gobierno anteriores y más disciplinarios; no obstante, privado como está de su capacidad de gobernar su tiempo, o de evaluar su comportamiento, su capacidad para la acción autónoma se ve seriamente restringida.
Slavoj Žižek. Problemas en el paraíso
En el curso de los análisis que hice a tantas personas, comprendí que la necesidad de un padre, de una madre, o de un dios (da igual), es, en realidad, inmadurez. Es una necesidad infantil, una necesidad humana, pero tan universal que puedo ver cómo dio lugar a que surgieran todas las religiones. Seremos algún día capaces de buscar esa fuerza en nosotros mismos? Algunos hombres lo han sido. Y también han enloquecido en su soledad. La mujer será la última de la tierra que aprenda a ser independiente, a encontrar fuerza en sí misma.
Anaïs Nin