Si no recuerdo mal, Wittgenstein afirma: «El mundo es todo aquello que sucede». «El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas.» Si se parte de esa premisa, uno siempre está dispuesto a dar la bienvenida a cualquier teoría que represente “lo que sucede”. Los positivistas han comprendido que la mecánica cuántica describe correctamente los fenómenos atómicos, y no encuentran por ello ningún motivo para quejarse de que así sea. Todo lo que a esto podamos añadir (complementariedad, interferencia de posibilidades, relaciones de incertidumbres, separación de sujeto y objeto, etc.) no les impresionan más que como otros tantos añadidos estéticos, como meras recaídas en el pensamiento precientífico, retazos de charla ociosa que no deben ser tomados en serio. Tal vez esta actitud sea lógicamente defendible, pero si lo es, me declaro incapaz de entender qué es lo que queremos decir cuando afirmamos que hemos comprendido a la naturaleza.
Ken Wilber. Cuestiones cuánticas (fragmento de Werner Heisenberg)