El orden digital allana la cercanía reduciéndola a la falta de distancia, de modo que no duele. Bajo la presión por hacer todo disponible todo se vuelve conseguible y consumible. […] Sin la «distancia primordial» el otro no es un tú. Es cosificado y reducido a un ello. No es interpelado en su alteridad, sino que es apropiado.
Byung-Chul Han. La sociedad paliativa