Desde el momento en que la conducta de una persona es perjudicial a los intereses de otra, la sociedad tiene el derecho de juzgarla, y la pregunta sobre si esta intervención favorecerá o no el bienestar general se convierte en tema de discusión. Pero no hay ocasión de discutir este…
Frases de Sociedad
Batallamos contra la individualidad
No nos oponemos al progreso; al contrario, nos vanagloriamos de ser los hombres más progresivos que existieron jamás; pero batallamos contra la individualidad; creeríamos haber hecho maravillas, si todos nos hiciéramos semejantes los unos a los otros, olvidando que la desemejanza de una persona respecto a otra es la primera…
El poco valor a ser excéntricos
Precisamente porque la tiranía de la opinión considera como un crimen toda excentricidad, es deseable que, para poder derribar esa tiranía, haya hombres que sean excéntricos. La excentricidad y la fuerza de carácter marchan a la par, pues la cantidad de excentricidad que una sociedad contiene está en proporción a…
Los hombres de genio están en minoría
En verdad, los hombres de genio están y estarán siempre en minoría, es lo más probable; pero, para que pueda haberlos, es necesario conservar el suelo sobre el que han de desarrollarse. John Stuart Mill. Sobre la libertad
Degenerar en algo mecánico
Demasiado grande es la tendencia, en las mejores creencias y prácticas, a degenerar en algo mecánico; y si no existiera una serie de personas cuya originalidad, siempre infatigable, impidiera que los fundamentos de esas creencias y prácticas, se convirtiesen en algo meramente tradicional, una materia tan muerta no resistiría el…
Ejercer las facultades humanas
Aunque las costumbres sean buenas en sí mismas, y convengan bien a un determinado individuo, un hombre que se adaptara a la costumbre únicamente porque es la costumbre, no conserva ni desarrolla en sí ninguna de las cualidades que son atributo distintivo del ser humano. Las facultades humanas de percepción,…
No perjudicar a un semejante
Aquellas acciones, de cualquier clase que sean, que sin causa justificada perjudiquen a alguien, pueden y deben ser controladas—y en los casos importantes lo exigen por completo—por sentimientos de desaprobación, y si hubiera necesidad, por una activa intervención de los hombres. De este modo la libertad del individuo queda así…
Ocultar las opiniones
Nuestra intolerancia, puramente social, no mata a nadie, no extirpa ningún modo de pensar; pero induce a los hombres a ocultar sus opiniones o a abstenerse de cualquier esfuerzo activo por propagarlas. John Stuart Mill. Sobre la libertad
La verdad siempre reaparece
Los hombres no guardan la verdad con más celo que el error; y una aplicación suficiente de penalidades legales, o incluso sociales, bastará para detener la propagación de una y de otra. La ventaja que posee la verdad consiste en que, cuando una opinión es verdadera, aunque haya sido rechazada…
La única razón legítima
El único objeto, que autoriza a los hombres, individual o colectivamente, a turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes, es la propia defensa; la única razón legítima para usar de la fuerza contra un miembro de una comunidad civilizada es la de impedirle perjudicar a otros; pero…