La llama se busca, se adapta una a la otra para reanimarse; y ustedes no querrían que el espíritu más sutil, más fino, más activo, más fuerte, no busque su semejante, no se confunda con él, ni siquiera se intercambien pequeñas partes…. ¿Y qué sería de la Naturaleza? ¿Qué sería de mi esperanza en Dios y en la bondad de los hombres, si mi espíritu estuviera cautivo en mí? No tomen el pensamiento por el espíritu: este es una sustancia; el pensamiento no es más que una facultad.
Jean-Baptiste Alliette. Curso teórico y práctico del libro de Thot