Cuando digo que el placer es el fin de nuestra vida no me refiero a los placeres descontrolados ni los que nunca se sacian, como aseguran aquellos que ignoran o malinterpretan mis enseñanzas. El placer que perseguimos es el que contribuye a suprimir el dolor y favorece la serenidad.
Epicuro. Epicureísmo: La filosofía del jardín