En el curso de los análisis que hice a tantas personas, comprendí que la necesidad de un padre, de una madre, o de un dios (da igual), es, en realidad, inmadurez. Es una necesidad infantil, una necesidad humana, pero tan universal que puedo ver cómo dio lugar a que surgieran todas las religiones. Seremos algún día capaces de buscar esa fuerza en nosotros mismos? Algunos hombres lo han sido. Y también han enloquecido en su soledad. La mujer será la última de la tierra que aprenda a ser independiente, a encontrar fuerza en sí misma.
Anaïs Nin