¿Por qué venir a Trude?, me preguntaba. Y ya quería irme. –Puedes remontar el vuelo cuando quieras –me dijeron–, pero llegarás a otra Trude, igual punto por punto, el mundo está cubierto por una única Trude que no empieza ni termina, solo cambia el nombre del aeropuerto.
Italo Calvino. Las Ciudades Invisibles