Es una lástima que no podamos convocar nuestros recuerdos de la misma manera que visitamos un museo, pues el embeleso que sentimos delante de las obras primitivas, porque ofrecen de golpe una perfección formal y una calidad expresiva que igualan el arte de los siglos siguientes, que erróneamente se ha interpretado durante mucho tiempo como el fruto de la experiencia adquirida por las generaciones sucesivas, podríamos sentirlo igualmente ante los modelos elaborados por nuestra psique desde nuestra más temprana edad. Lo que es cierto para la humanidad lo es también para el individuo.
Catherine Millet. Celos