¿No ha habido nunca un psicólogo fantasioso que haya tomado prestado a la física el principio de los vasos comunicantes y estudiado las leyes según las cuales ocurre a veces que nuestro tormento esparce su agua negra sobre el mundo y no nos permite distinguir ya lo que sucede en él, mientras que otras veces son las emanaciones sofocantes del mundo las que penetran en nosotros y hacen rebrotar nuestra bilis?
Catherine Millet. Celos