El arte de la vida se parece más al arte del luchador que al del bailarín, en este sentido: debe estar dispuesto y firme para enfrentarse a acontecimientos que son repentinos e inesperados.
Marco Aurelio. Meditaciones
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
El arte de la vida se parece más al arte del luchador que al del bailarín, en este sentido: debe estar dispuesto y firme para enfrentarse a acontecimientos que son repentinos e inesperados.
Marco Aurelio. Meditaciones
Acepta el arte que has aprendido, y gózate en él. Y lo que te restare de vida, pásalo como quien lo confía todo, desde lo profundo del alma, a los dioses, sin hacerse tirano ni esclavo de nadie.
Marco Aurelio. Meditaciones
A la manera que suelen desazonarte los juegos del anfiteatro y otros espectáculos semejantes, porque se ve siempre lo mismo, y la monotonía engendra tedio en el espectáculo, del mismo modo podrá también sucederte a lo largo de tu vida; puesto que todas las cosas, de arriba abajo, son siempre las mismas y provienen de idénticas causas. Y esto ¿hasta cuándo?
Marco Aurelio. Meditaciones
Igual que se tiene idea de lo que son las viandas cocidas y otros alimentos semejantes, al decir que esto es un cadáver de pescado, aquello un cadáver de pájaro o de lechón; o también que el falerno no es más que el zumo de un género de uva; la toga pretexta, lana de oveja teñida en sangre de marisco; y por lo respectivo al placer del amor, que no es éste más que un contacto de nervios y excreción de humor, acompañado de una convulsión; igual que estas ideas alcanzan de lleno los mismos objetos y penetran en su interior, de suerte que se ve lo que son en realidad; del mismo modo conviene obrar en todo el discurso de la vida.
Al parecerte los objetos acreedores a la más honda confianza, despójalos, observa en el fondo su ruindad, y arráncales esta corteza de que se glorían. Que es el orgullo un peligroso sofista, y cuando piensas dedicarte más que nunca a las cosas graves, es cuando mayormente te engaña.
Marco Aurelio. Meditaciones
¿No puede admirarse en ti la agudeza de ingenio? Sea: pero tendrás otras cualidades, por las cuales no podrás disculparte, alegando: fui mal dotado. Conquístalas, pues, que dependen únicamente de tu arbitrio: la inalterabilidad, la gravedad, la resistencia, la continencia, la aceptación del destino, la moderación en los deseos, la benevolencia, la libertad, la sencillez, la seriedad, la magnanimidad. ¿No comprendes cómo podrías adquirir ahora estas cualidades, sin escudarte con el pretexto de una incapacidad natural o de insuficiente aptitud? Y en tanto, permaneces deliberadamente por debajo de tus posibilidades.
¿Acaso cuando murmuras de la vida, cuando te ases a ella, cuando te ensoberbeces, cuando echas la culpa de todo a la fragilidad de tu cuerpo, cuando buscas complacerte, cuando alardeas presuntuosamente, cuando tu alma experimenta todas estas oscilaciones, lo haces obligado por cortedad de aptitudes naturales? Por los dioses, que no. Podías, tiempo ha, librarte de estos males, acusándote únicamente, en todo caso, de una demasiada lentitud de espíritu, de una excesiva indolencia en fijar tu aplicación. Pero sobre todo conviene también ejercitarte en ello, sin preocuparte ni estar bien hallado con esta inercia espiritual.
Marco Aurelio. Meditaciones