Una de las encuestas surrealistas más célebres comenzaba con esta pregunta: «¿Qué esperanza pone usted en el amor?». Yo respondí: «Si amo, toda la esperanza; si no amo, ninguna». Amar nos parecía indispensable para la vida, para toda acción, para todo pensamiento, para toda búsqueda. Hoy, si he de dar crédito a lo que me dicen, ocurre con el amor como con la fe en Dios. Tiene tendencia a desaparecer, al menos en ciertos medios. Se le suele considerar como un fenómeno histórico, como una ilusión cultural. Se lo estudia, se lo analiza… y, si es posible, se lo cura. Yo protesto. No hemos sido víctimas de una ilusión. Aunque a algunos les resulte difícil de creer, hemos amado verdaderamente.
Luis Buñuel. Mi último suspiro