Los términos de opresores y oprimidos, la noción de clases, están muy cerca de perder todo significado, tan evidentes son la impotencia y la angustia de todos los hombres frente a la máquina social, convertida en una máquina de romper corazones, avasallar espíritus, una máquina de fabricar la conciencia, la estupidez, la corrupción, la debilidad, y sobre todo el vértigo. La causa de ese doloroso estado de cosas es bien clara. Vivimos en un mundo donde nada es a la medida del hombre; hay una desproporción monstruosa entre el cuerpo del hombre, el espíritu del hombre y las cosas que constituyen actualmente los elementos de la vida humana; todo está desequilibrado.
Simone Weil. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social