Los deseos insatisfechos que no nos duelen demuestran así que tampoco son necesarios. Aunque parezcan difíciles de alcanzar y nos amenacen con frustrarnos, es facilísimo apartar la atención de ellos.
Epicuro. Epicureísmo: La filosofía del jardín
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
Los deseos insatisfechos que no nos duelen demuestran así que tampoco son necesarios. Aunque parezcan difíciles de alcanzar y nos amenacen con frustrarnos, es facilísimo apartar la atención de ellos.
Epicuro. Epicureísmo: La filosofía del jardín
Cuando suprimimos el dolor provocado por la necesidad, el placer no crece de manera incesante, sino que apenas tiñe la carne. Cuando la razón se decide a investigar las causas de su necesidad y de sus miedos, el placer se incrementa sin sobrepasar jamás sus límites.
Epicuro. Epicureísmo: La filosofía del jardín
Cuando digo que el placer es el fin de nuestra vida no me refiero a los placeres descontrolados ni los que nunca se sacian, como aseguran aquellos que ignoran o malinterpretan mis enseñanzas. El placer que perseguimos es el que contribuye a suprimir el dolor y favorece la serenidad.
Epicuro. Epicureísmo: La filosofía del jardín
El mejor criterio para llevar una buena vida pasa por valorar las ventajas y los inconvenientes de cada placer y de cada dolor, y de cómo podemos sacarle provecho. Así sacamos ventaja de algunos dolores y evitamos los perjuicios de algunos placeres.
Epicuro. Epicureísmo: La filosofía del jardín
Odiar la vida, despreciarla, incluso si es por el incuestionable dolor que inflige, tan solo sirve para empeorarla aún más de manera insoportable. No supone una auténtica protesta ni tiene nada de bueno, no es sino el deseo de producir sufrimiento por producirlo. Y esa es la misma esencia del mal. La gente que llega a semejantes conclusiones se encuentra a un paso del caos absoluto. A veces tan solo le faltan las herramientas. A veces, como Stalin, controlan con el dedo el botón nuclear.
Jordan Peterson. 12 reglas para vivir: un antídoto al caos
Desde la sensación pura hasta la intuición de la belleza, desde el placer y el dolor hasta el éxtasis místico y la muerte, todo lo que es fundamental, todas las cosas que son para el espíritu humano más hondamente significativas, tan sólo pueden experimentarse, no expresarse. Lo demás, siempre y por doquiera, es silencio.
Aldous Huxley. Música en la noche
He conocido cuán grandes pueden ser el dolor, la debilidad, la tristeza, la fragilidad. Ahora quiero saber hasta dónde puede llegar la fuerza.
Carme Jiménez Huertas. Me estoy volviendo loca
Dentro de los seres humanos hay dos fuerzas poderosas. Una es visceral y nos arrastra con emociones densas que duelen y nos muerden por dentro. Pero más allá de lo que nos haya tocado vivir, hay otra fuerza que surge del silencio interior, un espacio de paz y confianza que nos permite ser amables con nuestras imperfecciones y trascender el dolor. Cuando la dejamos florecer, esta fuerza nos dispone para crear desde la libertad y el amor.
Carme Jiménez Huertas. Me estoy volviendo loca
El exilio afectivo altera el cerebro con tanta eficacia como un trauma psíquico, pero cuando vuelve la vida, el retorno del afecto despierta al mismo tiempo el placer de vivir y el dolor.
Boris Cyrulnik. Morirse de vergüenza
A primera vista, después de reconocer que el sujeto individual es nuestra vía de acceso al conocimiento, puede parecer paradójico, por no decir ingrato, que pongamos en tela de juicio su fiabilidad. Y, sin embargo, esa es la situación. Salvo la ventana directa que el sujeto individual nos abre a sentimientos como el dolor y el placer, es preciso poner en tela de juicio toda la información que facilita, tanto más cuanto la información es relativa a su propia naturaleza.
Antonio Damasio. Y el cerebro creó al hombre