Dentro de los seres humanos hay dos fuerzas poderosas. Una es visceral y nos arrastra con emociones densas que duelen y nos muerden por dentro. Pero más allá de lo que nos haya tocado vivir, hay otra fuerza que surge del silencio interior, un espacio de paz y confianza que nos permite ser amables con nuestras imperfecciones y trascender el dolor. Cuando la dejamos florecer, esta fuerza nos dispone para crear desde la libertad y el amor.
Carme Jiménez Huertas. Me estoy volviendo loca