¿Que en qué consiste encontrar un remedio para la costumbre? En la costumbre contraria.
Epicteto. Disertaciones por Arriano
Frases y fragmentos de libros que te harán pensar
¿Que en qué consiste encontrar un remedio para la costumbre? En la costumbre contraria.
Epicteto. Disertaciones por Arriano
No seas más cobarde que los niños, sino que igual que ellos cuando algo no les gusta dicen: «Ya no juego», tú también, cuando te parezca que las cosas están de esa manera, di «ya no juego» y márchate; pero si te quedas, no te quejes.
Epicteto. Disertaciones por Arriano
Eres tú quien te conoces a ti mismo, quien sabes cuánto vales para ti mismo y en cuánto te vendes: cada uno se vende a un precio.
Epicteto. Disertaciones por Arriano
Fíjate solo en una cosa: en por cuánto vendes tu albedrío.
Epicteto. Disertaciones por Arriano
La muerte, el destierro y todas las cosas que parecen terribles tenlas ante los ojos a diario, pero la que más de todas la muerte, y nunca darás cabida en tu ánimo a ninguna bajeza ni anhelarás nada en demasía.
Epicteto. El Enchiridion
Nada haré por el parecer de la gente; todo lo haré al dictado de mi conciencia.
Séneca. De la felicidad
Si alguna vez piensas en los que van por delante de ti, piensa en cuántos te siguen.
Séneca. Cartas a Lucilio
Acepta el arte que has aprendido, y gózate en él. Y lo que te restare de vida, pásalo como quien lo confía todo, desde lo profundo del alma, a los dioses, sin hacerse tirano ni esclavo de nadie.
Marco Aurelio. Meditaciones
Recordemos cuántas veces se mostró nuestra juventud poco celosa de sus deberes, poco cauta en sus palabras, poco sobria en el vino. Se ha irritado uno: démosle tiempo para reconocer lo que ha hecho, él mismo se corregirá. Impondrase castigo; no hay razón para que nosotros hagamos lo mismo que él. Es indudable que el que desprecia los ataques que arrancan de la multitud se coloca más alto que ella: propio es de la verdadera grandeza no sentirse herida.
Séneca. Tratado sobre la ira
Cuando el todo es sagrado, la parte tiene derecho al respeto; luego el hombre es sagrado, porque es tu conciudadano en la gran ciudad.
Séneca. Tratado sobre la ira