En suma, el adiós a la realidad y a la verdad no es un evento indoloro. Si la tesis de la verdad como “efecto de poder” no parece tener en cuenta el hecho que ya había sido representado en el sentido común-milenios antes de la postmodernidad, desde la fábula del lobo y del cordero la tesis del primado de la solidaridad sobre la objetividad parece no considerar que la solidaridad puede ser el pegamento de una asociación mafiosa, o peor. En efecto, no se puede borrar la pesada evidencia según la cual, por ejemplo, el primado de la solidaridad del pueblo contra la objetividad de los hechos, había sido el principio-guía de los tribunales nazis después del atentado a Hitler del 20 de julio de 1944 y, en general el régimen nazi es el ejemplo macroscópico de una sociedad fuertemente solidaria en su propio interior, y que remitía la gestión de la verdad a los cuidados del doctor Goebbels.
Maurizio Ferraris. Manifiesto del nuevo realismo