La observación, para ser eficaz, debe ser acompañada de una actitud de aceptación. Sin aceptación, la observación no cumple su propósito y este es conocer la realidad tal y como es, tanto de nuestros cuerpos y procesos internos como la del entorno. Se acepta para tener información fidedigna y veraz. Se acepta para lograr el autoconocimiento y este modifica. Por ello, si se quiere transformar algo, primero es necesario aceptarlo y amarlo tal cual es.
Jacobo Gringberg Zylberbaum. Fluir en el sin yo