El ego del ser humano en su aspecto fundamental es similar a lo largo y ancho del planeta. Actúa uniformemente, obedeciendo a las mismas influencias del ambiente con todas las razas y etnias, en cualquier parte del planeta, tanto en los trópicos como en las zonas templadas. Uno debe alejarse lo suficiente y adoptar un punto de vista tan lúcido que el aspecto heterogéneo de los detalles no ensombrezca los grandes movimientos de la masa en cuestión.
Franz Oppenheimer. El Estado: Su historia y evolución desde el punto de vista sociológico